DÍA DEL #DIPLOMÁTICO, #Argentina - 29 de Septiembre






















En Argentina  hoy es el "Día del Diplomático", que deriva de la celebración del Arcángel Gabriel, patrono del colectivo diplomático argentino. 

No hay que olvidar que fue dicho arcángel quien anunció a la Virgen María que sería la madre del Mesías. 

La política exterior afecta la vida de todos los argentinos. 


Su debate debe salir de los cenáculos para trasladarse al seno de las organizaciones civiles, las fábricas y los barrios. A las discusiones diarias de los argentinos. 

Será en ese ida y vuelta entre los profesionales de la diplomacia y el ciudadano donde encontraran las herramientas de servir al bien común. 


Un diplomático es un funcionario público, sea de carrera o por designación política, que ejerce la representación del Estado en las relaciones internacionales. 

Las funciones básicas de un diplomático son la representación del Estado al que pertenece, la negociación y la información. 


Esta profesión puede ejercerla en una misión diplomática o consular, ante un organismo internacional, en el Ministerio de Relaciones Exteriores al que pertenece o destacado ante cualquier repartición estatal en el interior de su país. 


Son tantos los temas a tratar por un diplomático en el transcurso de su carrera que resulta materialmente imposible dominarlos todos. 


Basta decir que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su momento clasificó más de diez mil temas a ser llevados por una Cancillería. 


 
Por ello, los diplomáticos suelen especializarse sólo en algunos temas. 

En consecuencia, por seguridad en el seguimiento de cada tema, cada Ministerio de Relaciones Exteriores debe de tener un especialista mayor en el mismo y un colaborador, el que con el tiempo se convierte en especialista. 


Desde la época antigua las relaciones diplomáticas han ocupado a filósofos, políticos y monarcas, que se han esforzado por mantener relaciones estables con sus estados vecinos, eludiendo confrontamientos armados o provocándolos según sea más provechoso, entrelazando económicamente los Estados primitivos. 

Como muchos otros, el diplomático francés Paul Claudel considera al rey San Esteban I de Hungría como el más grande diplomático de la lejana Edad Media, pues el libro de admoniciones que dejó a su hijo aconsejándole como reinar apropiadamente incluía entre algunos de sus puntos el aferrarse a la Iglesia católica, recibir incondicionalmente a los forasteros, reinar sin odio, soberbia e ira sobre sus nobles y gobernadores, y aferrarse a un código moral basado en la humildad y bondad. 

Dedico este día a mis queridos JB yPM