DIA MUNDIAL DE LA #ACV - 29 de Octubre


Llamado accidente cerebrovascular (ACV), ataque cerebral o stroke, se divide principalmente en dos grandes grupos: isquémicos –aquellos donde la interrupción del flujo sanguíneo se produce por la obstrucción de una arteria del cerebro–, y hemorrágicos –
aquellos en los que ocurre un sangrado como consecuencia de la ruptura de una arteria–.  
En la Argentina el tipo isquémico representa el 80% de los casos. Si bien el tratamiento del ataque cerebral isquémico es diferente al del hemorrágico, comparten muchos factores de riesgo que pueden llevar a causarlos.

Para el doctor Gabriel Persi, coordinador del Área de Neurología Vascular del Instituto de Neurociencias Buenos Aires (Ineba), "conocer los factores de riesgo es fundamental ya que su correcto control previene la mayoría de los ACV; tanto es así que los especialistas dejaron de hablar de accidente cerebrovascular para hablar de ataque cerebral, ya que al ser posible tomar medidas para que no ocurra deja de ser un accidente".

Los principales factores de riesgo "modificables" que aumentan el riesgo de sufrir un ataque cerebral son: la hipertensión arterial (el más importante), la diabetes, el tabaquismo, la obesidad, la falta de actividad física, el colesterol elevado, el estrés, un tipo de arritmia llamada fibrilación auricular, el consumo excesivo de alcohol y las drogas ilícitas, entre otros.

En la Argentina aproximadamente el 30% de la población es hipertensa y se calcula, que actualmente el 60% de ellos no lo saben. De quienes saben que son hipertensos, el 22% no estaría tratado y de los tratados alrededor de la mitad no logra tener controlada su presión.

Entre el 8,5% y el 11,9% de los argentinos son diabéticos y se sabe que, además de favorecer la aparición del ataque cerebral, tener la glucemia (el azúcar en sangre) elevada en el momento del evento empeora la evolución. 

El 27,1% fuma y el 40,4% está expuesto al humo del cigarrillo de otros (fumador pasivo), lo cual también incrementa el riesgo de ACV. La dieta con alto contenido de frutas y verduras, idealmente cinco porciones diarias, reduce el riesgo de padecer un ataque cerebral, pero en nuestro país sólo el 4,8% de la población consume esta cantidad.

Por último, el 35,4% de los argentinos tienen sobrepeso y el 18% son obesos; a su vez, el 54,9% no realiza una actividad física útil para su salud. Estas características están empeorando en nuestra población.

Cada vez se conocen más las señales de alerta pero menos qué hacer
Según un estudio realizado por la Asociación Argentina de Ataque Cerebral (AAAC) y la Fundación para el Estudio de las Neurociencias y la Radiología Intervencionista (Feneri), la población tiene más conocimiento acerca de las señales de alerta de un ACV y los factores de riesgo que podrían provocarlo en relación con los datos obtenidos hace dos años.

Sin embargo, el doctor Pedro Lylyk, presidente de la AAAC, indicó que aún no se pudo instalar en la comunidad la importancia de adoptar una actitud adecuada frente a estos síntomas que consiste en concurrir con urgencia a centros especializados para disminuir la mayor cantidad posible de secuelas que puede causar un ACV.

El relevamiento demostró que sólo el 16,6% de la comunidad no pudo reconocer cuáles son las señales de alerta de un ACV frente al 34,1% que no había podido mencionarlas en el estudio realizado en 2011 por la misma institución. Con los factores de riesgo el comportamiento fue similar porque disminuyó casi a la mitad su desconocimiento (10,4% en el 2013 frente a 17,2% en el 2011).

Sin embargo, respecto a la actitud que adoptarían los entrevistados frente a síntomas que podrían indicar un ACV, el estudio demostró que no acudirían inmediatamente a centros de emergencia. "Esto se debe a la falta de conocimiento que la población en general tiene acerca de la importancia de recibir atención especializada a tiempo, ya que en general se desconoce que por cada minuto que una persona no recibe la atención adecuada cuando le ocurre un ACV pierde 1,9 millones de neuronas", explicó.

Las señales de alerta más indicadas
La cefalea es la alerta más nombrada. Se duplicó la cantidad de personas que la mencionaron en relación con la encuesta de 2011 (pasó de 26,5% en 2011 a 50,2% en 2013).

Los síntomas como dificultades en el habla, mareos o vértigos, o pérdida de conocimiento y orientación son los que se encuentran a continuación como los reconocidos con más facilidad y también crecieron en reconocimiento: dificultades en el habla pasó de 15,7 a 20,5; mareos o vértigos de 12,1 a 20,1; pérdida de conocimiento y orientación, de 9,2 a 19,1.

Los antecedentes familiares como factor de riesgo
Si bien aumentó la mención de factores que hacen a la calidad de vida, como el estrés, el sedentarismo, alimentación y obesidad, Lylyk indicó que "es llamativo que la comunidad no tenga en cuenta los antecedentes familiares. Una persona con un familiar que sufrió un ACV debido a un aneurisma tiene mayor riesgo, por lo tanto debe realizarse estudios. Por otro lado, tampoco se consideran las arterias tapadas, los coágulos o trombosis como posibles causas de un ACV".

El corazón, también como causa de ACV
Los encuestados indicaron que la hipertensión arterial es el factor de riesgo que reconocían con más facilidad pero no así las enfermedades cardíacas. Estas sólo son reconocidas como factores de riesgo en un 5,9% mientras que la hipertensión en un 43,6%. 

"La casuística nos indica que el corazón es responsable de uno de cada tres ACV isquémicos que son, en la mayoría de los casos, prevenibles. Por lo tanto, los pacientes con cardiopatías deben estar en alerta de esta enfermedad y tratarse correspondientemente", explicó el jefe del Departamento de Cardiología de la Clínica Sagrada Familia, doctor Carlos Ingino.

Cómo darse cuenta de que alguien está sufriendo un ataque cerebral



Existen, según los especialistas consultados, dos métodos sencillos:

La regla de las 5C:
Cuerpo: Sentir un lado débil, dormido o paralizado (cara, brazo o pierna)
Confusión: Problemas para hablar o entender
Ceguera: No ver bien o quedarse ciego de repente
Caminata: Problemas para caminar, alteración del equilibrio
Cabeza: Dolor súbito y fuerte de cabeza

Además de tener presentes los síntomas antes mencionados, una forma sencilla es realizar el siguiente examen con la persona que potencialmente presente los síntomas.

1-   Pídale que sonría. Si ambos lados se mueven igualmente, es normal; si un lado del rostro no se mueve o cae, no.

2-   Pídale que levante los brazos. Es normal cuando ambos se mueven al unísono y anormal cuando uno cae o tiende a caer, no puede mantenerlo en alto como al otro.


3-   Pídale que diga una frase simple, como "el cielo es azul". Será normal si la pronuncia sin dificultad y anormal si habla con dificultad, arrastra  las palabras, enmudece o no comprende.